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Delciudadano porteño,
deltrajín de la ciudad,
y del olor del riachuelo,
el tango es su expresión,
se convierte en melodías,
conluces y fantasías,
se forman música y letras
detrás de cada rincón,
Lamusa nace en los barrios,
conglicinas y malvón,
delas paredes manchadas,
por la humedad y el calor,
suscalles adoquinadas,
elhumo de los escapes
yde las viejas macetas,
quevisten cada balcón,
Dela Corrientesangosta,
elobelisco, el farol,
y las húmedas mañanas,
congatos en las ventanas,
desperezandomodorra,
conla tibieza del sol,
Delas charlas de café,
conlos recuerdos de antaño,
deun curda por tanto estaño,
conlos codos bien gastados,
delpasador de quiniela,
que tienen engayolado,
ydel botón de parada,
que se pasa cometeando,
Todoeso se transforma,
en letras y melodías,
que músicos y poetas,
recogen todos los días,
haciendo de ellas, canción,
conpinceladas de barrio,
letrasdel fondo del alma
ytango en el corazón,
Lluvia,veredas gastadas,
porel pasar de los años,
quetranscurre incesante,
por la pasión futbolera
y de las noches tangueras,
que alegran al laburante,
que después de trasnochar,
semantiene con aguante,
Asínació y así vive,
enel alma del porteño,
que con música de tango,
aveces ve concretarse,
lo que con tanto sufrir,
elcreyó tan solo un sueño
ytararea con placer,
poniendotodo su empeño. -
